Los agujeros del horror y las manos que los cierran
El pasado desaparece, su vórtice candente colapsó y se evaporó, el ser humano sigue el curso de su vida. Le rodea lo cotidinano. Todo a su alrededor es corriente, excepto su memoria. Svetlana Alexiévich. La guerra no tiene rostro de mujer (pág.169) Suena de nuevo ese ruido que nos hace daño, nos trastoca. Quizás dure algunos días su eco, tal vez incluso tengamos la oportunidad de demostr...
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